Para tener una sonrisa bonita hay que procurar tener los dientes sanos y blancos. Según el esmalte que haya desarrollado cada persona será más fácil o difícil la absorción de los pigmentos de bebidas y alimentos que manchan los dientes. Por ello las personas que se someten a blanqueamientos no solo tienen que acudir ese día al dentista o utilizar el kit casero sino que tienen que llevar un seguimiento posterior para mantener el color.