El uso de piercings y perforaciones bucales es normal entre los jóvenes, se llevan simplemente como adorno para decorar el cuerpo o bien porque forma parte de una estética determinada. Pueden colocarse en diferentes partes de la cavidad bucal: en la lengua, en el labio, en las mejillas, frenillo… Independientemente de en qué posición estén colocados dañan de la misma manera a dientes y encías. El 64% de los casos de lesiones bucales las provocan los piercings del interior de la boca y el 36% los que se colocan en el labio inferior.

Problemas de piercing en la lengua:

• Durante la perforación y poco tiempo después se puede sufrir mucho dolor y sangrado en la zona perforada.
• La perforación puede provocar daños en los nervios bucales y por ello perder la movilidad temporalmente o de forma permanente.
• Dificultad en la dicción, puede verse alterada la pronunciación de algunas palabras, sobre todo aquellas que contengan las letras /R /S /T /L.
• Puede provocar mayor salivación y por lo tanto problemas de comodidad e higiene.
• Es muy común que se padezcan infecciones a los pocos días de la perforación, más aún si la persona es fumadora.
• Existe peligro de ingerir el complemento.
• El metal puede provocar una alergia que la persona no conocía.
• Trauma sobre la encía o resección gingival, es decir que las encías se retraen y por ello hay una pérdida de inserción en el diente. Lo que provoca la movilidad de la pieza dental e incluso la pérdida.
• Roturas y fisuras dentales, pueden ir desde un simple rozamiento que afecte al esmalte hasta el astillamiento y la fractura del diente.
• El contacto del metal causa un aumento en la placa dental y por lo tanto gingivitis.
• El mal aliento o halitosis también es un síntoma muy frecuente en los portadores de piercings.
• Trasmisión de enfermedades, el piercing en la boca puede ser un factor crucial en el contagio de Hepatitis y herpes.

Si aun así estás convencido de hacerte una perforación en la capacidad bucal deberías seguir estos consejos:

• Acude a un centro fiable, si no presenta buena higiene es mejor que busques otro que esté homologado y cumpla con las reglas. Mucho menos te lo hagas tu solo.
• Más vale que el complemento esté fabricado con metales nobles: titanio, oro, acero o platino.
• Tendrás que llevar una higiene bucal muy severa, no puedes saltarte ningún cepillado después de la comida ya que corre riesgo de infección.
• Utiliza enjuagues bucales al menos una vez al día.
• Evita jugar con el piercing ya que puede soltarse o provocar daños en dientes y encías.
• Lo más importante: con visita al dentista con mayor regularidad para llevar un buen seguimiento.