La férula de descarga no es principalmente un elemento para mejorar la estética sino que su principal función es preservar la salud bucodental y evitar enfermedades. Su principal misión es combatir el bruxismo, un problema que sufre un gran porcentaje de la sociedad y que consiste en apretar y rechinar los dientes, cuyo principal desencadenante es el estrés. El bruxismo es un hábito peligroso, ya que puede desencadenar en muchos problemas, tanto dentales como del resto del cuerpo; entre ellos el desgaste de los dientes y encías, jaquecas, insomnio, dolores cervicales o inflamación de la mandíbula. Si no se previene de forma rápida puede causar molestias muy graves, y para ello la principal recomendación es utilizar una férula de descarga.

¿Qué es una férula de descarga?

Es un aparato formado por una placa de plástico de 2 o 3 mm de grosor aproximadamente. Tiene color transparente y se coloca usualmente en los dientes superiores, aunque también existen para la línea inferior. Se utiliza con el fin de evitar que los dientes de arriba y los de abajo entren en contacto, y evitar así que se aprieten o se rocen.

Pero hay más: la férula también permite que los músculos se relajen y que se mantenga la mandíbula en su posición natural, así se consigue que éstos deshabitúen a posiciones de tensión.

Existen 3 tipos de férula que no hay que confundir: las de blanqueamiento, las de ortodoncia y las de descarga; sólo esta última se utiliza para combatir el bruxismo.

Suele utilizarse únicamente por la noche, aunque en casos muy graves se podría llegar a aconsejar su uso todo el día.

¿Cómo usar una férula de descarga?

Debido a que estará hecha a medida para la persona que debe utilizarla, nunca hay que utilizar las de otras personas, ya que puedes lastimarte o romper la férula. Ésta debe colocarse y quitarse con los dedos, estirando o empujando de los extremos hasta encajarla. Por supuesto, deberás cuidarla como si fueran tus dientes, es decir, deberás cepillarla y lavarla todos los días para que no haya problemas de olor o sabor. También es importante mantenerla húmeda durante todo el día, por lo que se debe guardar en agua limpia.

Los primeros días puede ser incómoda, ya que provoca un exceso de salivación y dificultad en la dicción, al fin y al cabo es un aparato de plástico dentro de la boca.  A las pocas semanas el efecto extraño desaparecerá ya que tu boca se habrá acostumbrado. Puede que la dificultad para hablar dure un tiempo más. Si te sigue resultando incómoda con paso del tiempo o incluso sientes molestias no olvides acudir al dentista para que revise la férula de descarga.